En Arahal (Sevilla) se ha abierto el primer museo dedicado a la figura de la mujer en el flamenco... a qué esperas para visitarlo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Exposición de Carteles Antiguos de Recitales Flamencos

Gracias al material conservado en el Centro de Documentación del Museo de la Mujer en el Flamenco, podemos disfrutar de una breve muestra expositiva en nuestra sala de exposiciones temporales. Una Muestra que nos trasladará a diversos períodos de la Historia del Flamenco. Aquí os dejo una breve reseña histórica de esta exposición que no debe perderse nadie.



La Exposición de Carteles Antiguos de Recitales Flamencos abarca tres periodos:

Época de los cafés cantantes: (1850-1920) Local donde se despachaban bebidas y se ofrecían recitales de cante, baile y toque flamencos. Los cafés cantantes estaban instalados alrededor de un patrón general: un salón, lo mas amplio posible, y decorados con espejos y carteles de toros, en el que además de las sillas y mesas destinadas al público se levantaba el tablao en donde actuaba el cuadro flamenco. Por las salas y tarimas de los cafés cantantes pasó junto a todo lo mejor y peor del género flamenco, el más insospechado, variopinto y abigarrado mundo de colores y sensaciones: circo, teatro, bailes americanos, franceses, exóticos, de agarrado y de escuela bolera, solistas musicales, lidia de becerros, magia, cinematógrafo, comparsa y chirigotas, cupletistas, coros, audiciones de fonógrafos… Los cafés cantantes de Sevilla marcaron la pauta por la que se movieron los demás cafés.



Época de la Ópera Flamenca: (1920-1955) En términos generales se define la ópera flamenca como espectáculos flamencos de cante, baile y guitarra, que proliferaron por toda la geografía española, organizados por empresarios profesionales, y celebrados por regla general en plazas de Toros y grandes teatros. El origen de su denominación se debe a que sus promotores aprovecharon ingeniosamente una disposición tributaria, por la que entre los espectáculos públicos, los de conciertos instrumentales y la ópera sólo tributaban el 3 por ciento, frente al 10 que tenían que tributar los de variedades.



Época del Neoclasicismo Flamenco: (1955-1992) Un período donde predominaban los festivales y donde el baile se difundía a través de los tablaos. Certámenes como el de el Potaje de Utrera (1957), Arcos de la Frontera (1961), el Festival de Canciones y Cante Fla¬menco de Mairena del Alcor (1962), el Gran Festival de Cante Grande de Écija (1962), el Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera (1963), la Caracolá de Lebrija (1966) o el Festival de la Guitarra de Marchena (1967). Todos ellos se celebran en verano, en espacios grandes y abiertos, por lo que se crea un circuito de contrataciones que intensifica el trabajo de los artistas en la época estival.